Hola. Buenos días, tardes, noches o lo que vosotros queráis que sean. Me presento; me llamo Helena, la chica más feliz del mundo. Tengo menos años de los que debería (quizás esto no lo entendáis), exactamente 15 años, 7 meses y 26 días. Además, soy aficionada a ser yo. ¿A ser yo? Sí. Y, ¿sabéis a qué más? A
él.
Él. Todos los días no cruzamos con cientos de personas. Caras, rostros, formas de ser desconocidas.
Y a mí me ha tocado ser suya.
Y a él le ha tocado ser mio.
Aquél 29, un día como hoy... ¿O no? 365 días, y por cada uno que pasa le quiero más. Nuestra historia es sencilla, pero al mismo tiempo especial. Es bonita, es preciosa, diferente a todas las demás por mucho que se le parezcan. Y hoy es el día en el que todo empezó, en el que todo cambió. Hoy hace un año desde que intercambiamos nuestra primera palabra, nuestra primera sonrisa, nuestra primera mirada. Fue maravilloso, me sentí como nunca. ¿Cómo no me iba a enamorar de la manera que lo he hecho? ¡Si no hay nada mejor que estar con él!
Cada segundo que paso a su lado es irrepetible. El simple detalle de ponerme el pelo detrás de la oreja, abrirme las puertas para que pase yo primero, o preocuparse por si he dormido bien me produce escalofríos. Es mucho más que mariposas en la tripa, mucho más que el brillo imperceptible que sólo él aprecia en mis ojos, más que lo rojos que se me ponen los papos con sólo oír su nombre.
Es algo que soy incapaz de describir. Creo que estar en el cielo o en la gloria le pisa los talones a la sensación que yo tengo cuando estoy entre sus brazos.
Y hoy, 29 de enero de 2012,
por muy lejos que estés,
no pienso quedarme sin ese sentimiento
que sólo tú sabes provocarme.
Creo que no hace falta decir que te quiero, pero sé que te gusta oírlo, y sabes que me gusta decírtelo;
♥ Te quiero ♥