3.18.2012

Sin pedir más.

          Cuando das todo y no consigues nada. Cuando consigues lo que quieres pero no lo que necesitas. Cuando te sientes tan cansado pero no puedes dormir. Bloqueado en la desgracia. Cuando notas las lágrimas deslizarse por tu cara. Cuando pierdes algo que no puedes reemplazar. Cuando amas a alguien pero todo se pierde y desperdicia. ¿Podría ser peor?
 Sí.
          Podrías no pensar en mí. Quizá no hubiésemos vivido todo esto. Puede que ni siquiera me quisieras. Incluso podríamos no habernos conocido. Eso. Eso sería mucho peor. No hace falta que piense demasiado ni que me ponga a darle vueltas en la cabeza. Admito que no sé tantas cosas como tú, pero estoy segura de otras muchas. Sé que eres lo mejor que me ha pasado. Sé que no quiero dejarte ir, sé que no podría. Sé que no dejo de pensar en ti, que sólo quiero estar contigo, verte sonreír. Sé que soy la chica más afortunada del universo, teniéndote conmigo, ¿cómo no lo voy a ser?. Y sé una cosa más. 
Que te quiero.
Que me quieres.


No puedo pedir más.

3.15.2012

11.

          Tiempo suficiente ha pasado para que me conozcas. Y así es, sabes como soy a la perfección. Una mirada mía basta para que te des cuenta de lo feliz, enamorada, excitada o deprimida que estoy, por una simple respiración sabes si me he quedado dormida, y una sonrisa escondida es suficiente para que no te creas lo que digo. "Eres transparente", me sueles decir. Y es verdad. Pero dime, ¿cómo no voy a serlo? Te veo y cualquier barrera que haya podido levantar se desmorona.
          Me acuerdo de las primeras veces que quedamos tú y yo, sólo para ti y para mí. Aquellos días en los que creía que se me iba a salir el corazón del pecho, que me iba a desfallecer en cuanto te viera. Pero, ¿sabes qué es lo mejor? Que aquello no fue nada comparado con lo que es ahora. Todavía me pongo nerviosa mientras voy subiendo las escaleras del metro y sé que falta menos para verte. Se me escapa una sonrisita inevitable y acelero para llegar cuanto antes junto a ti.
          No importa que no quedemos este fin de semana, no importa que no hayamos tenido oportunidad de vernos un día tan especial como hoy, porque tendré las mismas o más ganas de volver a quedar contigo, de sentir tus manos en mi cintura, de simplemente tu mirada, de oír un te quiero susurrado. Ganas de ti.



3.10.2012

El 15 que fue ayer.

          El silencio arroja gritos y notas que vuelven en ráfagas de miradas cargadas de sensaciones. De alguna manera se esfuma y evapora todo lo que nos rodea en un chasquido ciego. La luna resopla en esa sincera sonrisa que cuelga de tu rostro, y las estrellas son los testigos de las primeras tres horas de la noche que compartimos a medias. Somos dos magias tendidas bajo sospechas ajenas, envueltas en un murmullo monótono, ahogadas por siete tentaciones contenidas a presión. Todo lo existente flota por debajo de la intimidad y por encima de las nubes. Te sostienes con el dolor que derramas a lentos compases, esos compases que empiezan a atarme a la dependencia. Las líneas de deseos se reducen a necesidades y las palabras se deshacen en el aire ya que con ver y mirar nos basta. Los dolores suspiran en los horizontes lejanos, han dado por hecho que hoy no es el día en que caen. Brillamos entre los nacimientos y muertes de sonrisas inevitables, es algo curioso.

Es estar contigo.