En todo este tiempo me has hecho sentir muchas cosas, mi vida. Sé que no hemos hecho nada del otro mundo; no hemos saltado en paracaídas, no nos hemos ido a vivir juntos, ni hemos viajado, y tampoco nos ha tocado la lotería. Es el simple hecho de estar a tu lado, los dos juntitos. Da igual el lugar, no importa si es primavera, verano, otoño o invierno, los problemas dejan de ser preocupaciones.
Ignacio, eres lo mejor del universo, eres lo mejor que me ha pasado, y aún no me lo creo. No me puedo creer que hayas elegido ser mio. Te juro que te miro a los ojos y siento que es imposible quererte más. Pero no es más que un mero engaño a mí misma, porque al día siguiente sí que te quiero más. La verdad, creo que sería capaz de emocionarme cada vez que te abrazo, o me susurras, o hablamos de nosotros y del futuro. Pues como bien sabes, no quiero perderte, nunca. No me dejes ir, no te vayas. Quédate siempre conmigo, porque siempre te querré.
